lunes, 2 de agosto de 2010

Marcha atletica

La marcha atlética es una modalidad del atletismo, incluida en el programa olímpico desde el año 1908 en la categoría masculina, en la que se ejecutan una progresión de pasos de modo que el atleta se mantenga en contacto con el suelo, a fin de que no se produzca pérdida de contacto visible (a simple vista). La pierna que se avanza tiene que estar recta, (es decir, no doblada por la rodilla) desde el momento del primer contacto con el suelo hasta que se halle en posición vertical

La marcha atlética se práctica por primera vez de forma documentada en Inglaterra en el siglo XVIII, donde se hicieron populares la disputa de pruebas con apuestas. Durante el siglo XIX su popularidad fue incrementándose hasta llamar la atención del resto de Europa, de tal forma que en Italia, Francia, Alemania y Suecia se organizaron marchas populares multitudinarias. Posteriormente cruzó el Océano Atlántico para darse a conocer en Estados Unidos y muy especialmente en México.

Fue incluida por primera vez en el programa de los Juegos Olímpicos en los correspondientes a la IV Olimpiada, celebrada en Londres en 1908, si bien la categoría femenina tuvo que esperar hasta los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

La marcha, a pesar de ser una de las primeras especialidades que se comenzaron a practicar, es la gran desconocida de las pruebas del atletismo, pero aun así es muy popular en algunos países donde existe una gran tradición como pueden ser España, Italia, China, Japón, México, Rusia y algunos países de la antigua Unión Soviética. La aparición de grandes figuras mundiales en algunos países por generación espontánea hace que se popularice cada más vez en países como Polonia, Ecuador, Túnez, etc..

REGLAMENTO.

El reglamento establece que los Jueces de Marcha han de avisar a los atletas que por su forma de marchar corren el riesgo de cometer falta, y para ello utilizan discos amarillos con el símbolo de la posible infracción. Cuando a juicio de un Juez de Marcha un atleta comete infracción se le muestra una Tarjeta Roja, mediante un signo visible en una pizarra. Cuando tres Jueces distintos han pasado sendas Tarjetas Rojas de un atleta, el Juez Jefe procede a descalificarle. Cuando un Juez observa a un atleta marchar incorrectamente envía una Tarjeta Roja al Juez Jefe de la prueba. Esta Tarjeta Roja se anota en una pizarra indicadora, expresando el dorsal del atleta y el símbolo de la infracción. Cuando un mismo atleta acumula tres tarjetas rojas es descalificado. La descalificación le puede ser notificada por el Juez Jefe o un Adjunto mostrándole un disco rojo, y el atleta deberá abandonar el circuito.

La Técnica de la Marcha Atlética

Adaptado de los Cursos de Monitor de Marcha LBFA

La Marcha es el ejercicio más natural de todos los que dirigen nuestra vida motriz. Constituye tanto el primero como el último movimiento del hombre. Si la consideramos como actividad deportiva, debemos constatar que no goza todavía de los favores del gran público, ya sea por los movimientos presuntamente extraños que incorpora a los ojos de muchos, o por la dureza del entrenamiento para otros. Unido a ello, otro factor que influye en la escasa difusión de la Marcha, es la falta de conocimiento de esta disciplina. Sin embargo, la marcha en si, es en realidad la acción que más se realiza en el mundo. Millones de personas la practican cada día.

Las primeras pruebas oficiales de Marcha que se celebraron en los Juegos Olímpicos fueron de distancias cortas, y fueron ridiculizadas. No fue hasta la Olimpíada de Melbourne en 1956 cuando la Marcha Atlética ocupó su auténtico lugar junto a las demás especialidades deportivas.

La Marcha, al igual que los demás deportes, obliga al atleta a adaptarse a una técnica y a un condicionamiento físico que incluye la Musculación, la Resistencia y la Flexibilidad, y en el que no cabe la improvisación.

La Marcha en fin, desarrolla la resistencia, pero esa no es suficiente, pues también hace falta aumentar la velocidad y la flexibilidad. Los mejores marchadores de la historia han logrado sus marcas mediante una preparación diversificada, participando igualmente en otras disciplinas. Un atleta con una buena base y capaz de soportar un entrenamiento específico y bien llevado. puede convertirse en un magnífico marchador de competición.

La Técnica
Esquema Práctico:

El movimiento empieza (-1-) con el apoyo en el suelo de la pierna delantera mediante el talón. Poco antes de apoyar la pierna, ésta aún puede estar ligeramente flexionada, lo que no es contrario a lo que dice la reglamentación. A continuación el pie se apoya totalmente, ya con la pierna extendida y proporcionando al cuerpo una buena base de sustentación (-2-) y (-3-). El peso del cuerpo reposa sobre la bóveda plantar, por lo que son intensamente solicitados muchos de los huesos y músculos del pie y de la pierna. A partir de este momento (-4-) comienza a elevarse el talón de la pierna de apoyo, apoyándose el cuerpo sobre todo en el dedo gordo del mismo pie. Una vez perdido el contacto, la pierna se dirige hacia delante iniciándose un nuevo ciclo.

Estudiando más detenidamente un ciclo del paso en la marcha, nos encontramos con tres fases:
-Fase de Doble Apoyo
-Fase de Apoyo Simple
-Fase de Oscilación.
-1- -2- -3- -4-


Doble Apoyo
En relación al reglamento, esta es la fase más difícil de observar sobre todo en atletas de élite y a altas velocidades. El peso del cuerpo se encuentra repartido entre las dos piernas, que se a su vez se hayan en máxima separación. El centro de gravedad está en el punto más bajo de todo el paso.
Pierna Delantera: Toma contacto con el suelo por el talón, y se encuentra ya extendida. El pie se apoya por delante del centro de gravedad del cuerpo, pero no lo suficientemente alejado como para flotar. El contacto debe realizarse con suavidad, evitando así la acción de frenado. Esta acción se ve facilitada por una amortiguación originado gracias a una rotación de la cadera. La punta del pie forma en este instante un ángulo agudo en relación con la tibia.

Pierna Trasera: Está a punto de despegarse del suelo, del que sólo está en contacto mediante el dedo gordo del pie. El ángulo formado por la tibia y el pie es obtuso.

Caderas: Pivotan sobre dos planos: Uno 'VERTICAL', producido tanto por el descenso anterior de la cadera a causa del descenso de la pierna anterior que apoya, como por el ascenso de la parte posterior por la elevación de la pierna correspondiente al despegar el pie. Otro 'HORIZONTAL' a causa de la apertura máxima de las piernas.

Hombros: Se encuentran en una ligera rotación en sentido opuesto al de las caderas. Se debe al ascenso del codo posterior que facilita el avance de la pierna.

Brazos: Deben desplazarse en la dirección del eje de movimiento, y estar relajados. Se deben mantener flexionados en un ángulo ligeramente inferior a 90º, y no cruzarse delante del pecho. Las manos van cerradas pero no crispadas, sin sobrepasar por detrás, la línea de los hombros. Si se mueven más atrás se provoca un cierto efecto de 'tiro' que puede conducir a una posible 'flotación'.
Apoyo Simple

Es una fase ligeramente más larga que la fase de retorno de la pierna libre, así se logra evitar una pérdida de contacto. A medida que la velocidad aumenta, se acorta el intervalo entre las dos fases, hasta casi desaparecer del todo. El peso del cuerpo apoya sobre la pierna delantera en extensión completa. Es indispensable controlar el equilibrio y conservar alta la cadera hasta que la pierna haya pasado por la posición vertical, para de esta manera no incurrir en flexión. Es la fase que asegura la propulsión necesaria para el desplazamiento, y puede descomponerse en tres partes distintas:

Apoyo Anterior (Fase de Tracción): Comienza cuando apoya el talón y acaba al alcanzar la pierna la posición vertical y perpendicular al suelo. El contacto se debe hacer con total suavidad y con la parte anterior del pie levantada, a fin de ofrecer una superficie máxima de 'desarrollo' del pie. El contacto, amortiguado por la rotación de la cadera se hace en el eje de progresión de manera tal que se evite en lo posible la acción de frenado. La elevación del pie se produce sobre todo por la acción del músculo tibial anterior. En esta fase colaboran también el Cuádriceps (extensión de la pierna), el Tensor de la Fascia lata y los glúteos (estabilización de la cadera), y los Oblicuos del Abdomen (rotación de la cadera).

Apoyo Vertical (Fase Neutra): El pie está apoyado completamente plano y la pierna extendida. La cadera está girada hacia delante e inclinada hacia arriba, por la posición vertical de la pierna de apoyo. El Vasto interno (Porción interna del Cuádriceps) ayuda a mantener la rodilla extendida, y la musculatura Glútea sujeta la cadera.

Apoyo Posterior (Fase de Despegue): Se inicia cuando la pierna ha pasado ya la vertical y el talón empieza a despegar. Finaliza cuando los dedos se han despegado del todo. El 'desarrollo' del pie sigue el eje de desplazamiento. Es necesario mantener la pierna extendida el mayor tiempo posible más allá de la vertical, para permitir una buena 'transmisión' del apoyo. Al acabar de despegarse los dedos se produce una flexión de la pierna. La cadera pivota para acompañar el movimiento, mientras que los hombros sufren una rotación en sentido opuesto. Muscularmente hablando, actúan en esta fase los Gemelos y el Sóleo (despegue y estabilización del tobillo), y el Tibial Anterior (fase final del despegue).
Oscilación

Se define como Oscilación el retorno de la pierna libre. Comienza con la pérdida de contacto del pie, y finaliza con el nuevo apoyo. Debe estar perfectamente sincronizada con la fase anterior aunque con una menor duración, así se evita todo tipo de vuelo. Deben ser evitados también los gestos supérfluos. Igual que en caso anterior podemos describir tres momentos.
• Período Posterior: Desde la pérdida de contacto por parte del pie. La pierna se encuentra en ligeraflexión y relajada. La contracción del Tibial Anterior permite la elevación del pie y su colocación en posición casi vertical. El movimiento de la pierna se dirige, por supuesto, en la dirección del eje de progresión.

La rotación anterior de la cadera se produce gracias a la acción de los músculos Oblicuos Abdominales y el Cuadrado Lumbar.
•Período Vertical: El paso del pie hacia delante obliga a los brazos a mantener el equilibrio, y exige a la cadera una enérgica acción que impide su descenso y por consiguiente su roce con el suelo. Para ello se efectúa un movimiento de báscula en el plano vertical.

El pie se mantiene perpendicular al suelo, preparado para la siguiente acción. La flexión de la rodilla queda controlada por el músculo Recto Anterior (componente del Cuádriceps).
Período Anterior: En este momento el movimiento según el eje anterior del pie, se efectúa de manera rasante para evitar un alargamiento innecesario del paso y por lo tanto un alargamiento de la duración de esta fase, durante la cual el otro pie debe mantener el contacto. Así evitamos el riesgo de entrar en situación de 'vuelo' y al mismo tiempo no realizamos ningún gasto de energía innecesario. La escasa elevación de la rodilla facilitará una buena toma de contacto por parte del pie que avanza.

El movimiento conjunto de la cadera y de la pierna, se ven facilitados por la rotación en sentido opuesto de los hombros, y por la acción del codo posterior. La cadera pivota sobre los dos planos (vertical y horizontal). La acción del Tibial Anterior permite elevar la punta del pie y efectuar una adecuada toma de contacto.

Las tres fases estudiadas deben estar coordinadas, dando en conjunto la sensación de un movimiento muy suave y sin interrupciones. De la suavidad y de la correcta ejecución de todas estas fases depende la eficacia de la técnica y su corrección ante los jueces.
Mecánica de la Marcha
La practicar la Marcha Atlética nos obliga a un conocimiento técnico correcto desde su mismo inicio, pues la falta de este conocimiento puede conllevar fácilmente la expulsión durante la competición. Es por ello una disciplina atlética prisionera de su reglamentación. Ésta, a su vez, ha ido variando a lo largo de los años para adaptarse a las nuevas condiciones del deporte. Para llegar a comprender la técnica es necesario debemos también obligatoriamente entender su mecánica.

A partir de la conocida regla 191 de la IAAF, podemos fijarnos en varios puntos clave:

'La Marcha Atlética es una progresión de pasos de tal manera que el marchador se mantenga en contacto con el suelo, a fin de que no se produzca perdida de contacto visible(a simple vista). La pierna que se avanza tiene que estar recta , es decir, no doblada por la rodilla) desde el momento del primer contacto con el suelo hasta que se halle en posición vertical'.
-El apoyo del talón debe realizarse con la pierna extendida.
-La pierna permanece extendida hasta que llega a colocarse de manera perpendicular al suelo.
-El pie posterior no se puede despegar del suelo antes de que apoye el pie delantero.

Además de estos puntos hay que fijarse en otros aspectos relacionados con la mecánica del aparato locomotor, dependientes en gran manera unos de otros:

-Colocación del Pie: La colocación del pie durante el momento del apoyo es de suma importancia, ya que una colocación incorrecta conlleva, además de una disminución de la longitud del paso, un gasto innecesario de energía. Si por ejemplo perdemos 2 cm. por una mala colocación, se puede calcular que esta pérdida equivale a unos 400m. en una prueba de 20 Km., lo que es lo mismo que decir una a pérdida de 2 minutos de tiempo. Debemos añadir además, que los atletas de élite asimismo, suelen apoyar sobre el borde externo del pie, gracias su mayor flexibilidad a nivel de caderas.

La colocación del pie deberá ser, si es posible, paralela al eje de progresión, aunque en ocasiones las características físicas personales puedan impedirlo o dificultarlo.
- Rodillas: Para obtener una fuerza de apoyo máxima, es imperativo tomar contacto en cada paso con la rodilla extendida. Eso se logra mediante la tensión correcta de la musculatura de la pierna, principalmente el Cuádriceps
-Caderas: La adecuada rotación de las caderas y el mismo movimiento de las piernas, permiten no solo colocar el pie en el lugar preciso, sino también ganar una cierta longitud de paso. La rotación en si, se produce simultáneamente en dos direcciones: Horizontal (hacia delante), y vertical (por descenso de la cadera). La rotación vertical no debe en ningún caso superar en amplitud, un tercio de la horizontal.
-Torso: Su posición adecuada es vertical, sin ninguna inclinación hacia delante. El hecho de inclinarse hacia delante es causa de problemas de flexión con la rodilla, y al mismo tiempo impide al marchador aplicar toda la potencia al paso. Señalemos que ir inclinado hacia atrás provocaría este mismo último efecto.
-Hombros y Brazos: Los hombros y las caderas deben trabajar conjuntamente. La flexibilidad es de gran importancia en estas dos regiones del cuerpo si queremos lograr una buena técnica durante la competición. Debemos tener en cuenta que la Potencia en la Marcha se reparte a parte iguales entre las caderas y los hombros (no los brazos). A mayor velocidad se requiere mayor acción por parte de ambas zonas. Los brazos se balancean y deben estar doblados unos 90º, lo que contribuye a imposibilitar el despegue y consiguiente descalificación. Los brazos los mantendremos relajados, pues de lo contrario provocan un estilo poco económico que produce fatiga y pérdida de energía. Los brazos se cruzan parcialmente por la parte anterior, a unos 10 cm. del torso.
-Longitud y Frecuencia de paso: Ambas juegan un papel crucial en la eficacia de la Marcha y en el rendimiento consiguiente del marchador. De diversos estudios en laboratorio se infiere que la Marcha ideal se consigue a frecuencias de paso no superiores a 190 pasos/minutos, a partir de las cuales la marcha se haría irregular. Para averiguar la velocidad del marchador según los factores citados podemos emplear

la conocida fórmula:

D1 = (D2 + 10) / 100;
D2 = 2L X Seno A/2.

Donde D es la longitud del paso, L la longitud de la pierna y A el ángulo formado por ambas piernas. Si tomamos como ejemplo un marchador con una longitud de pierna (L) igual a 80, y una frecuencia de paso de 190/min., y variamos los ángulos de apertura d epiernas (A), obtendremos las siguientes velocidades:

L // A // D // Vel.
80 // 80 // 1,13 // 12,90 Km/h
80 // 70 // 1,02 // 11,64 Km/h
80 // 60 // 0,90 // 10,26 Km/h

De ello se desprende que es muy importante para el marchador mantener tanto una frecuencia máxima, cercana a la 'flotación', como una suficiente amplitud de paso, durante toda la competición.
Mejora de la Técnica

Es el paso obligado antes de establecer un programa de entrenamiento completo. Los ejercicios que a continuación se describen pueden ser usados durante toda la carrera del marchador, tanto para corregir los posibles defectos técnicos, como para la vuelta al entrenamiento después de un período de abandono prolongado del mismo.
Trabajo de Apoyos:

Busca un eficaz 'despliegue' del pie, la correcta acción de la cadera y pelvis, y la acción dinámica de los brazos. Para ello se colocarán en la pista listones de madera o algo similar, a intervalos de 80-90 cm. Se realizará un apoyo en cada listón con el talón por detrás, para obligar a levantar el pie al marchador. Variando los intervalos lograremos una mayor concentración mental para lograr un buen apoyo, y podremos también jugar con la frecuencia y la amplitud de paso.
Colocación del Pie:

Mejora el movimiento de las caderas. Para ello usamos una serie de conos situados a intervalos de 2-3 metros y con los que efectuaremos un 'slalom' evitando el excesivo contoneo de la cadera. Los pies se deben colocar en el eje de los conos, aunque como método alternativo se puede también obligar a situar el pie por fuera de los mismos, o incluso colocarlos en dos líneas.
Ejercicios para la Pelvis y las Caderas:

Se coloca un bastón detrás de la nuca, con los brazos enrollados en él. Se hace marchar al atleta de esta manera, con los hombros fijados, lo que le obliga a usar de manera más eficaz la cadera y los apoyos.
Ejercicios de Brazos:

Usaremos una goma elástica de gimnasia, que fijaremos en algún lugar. el marchador realizará el movimiento de brazos correcto, en contra la tensión de la goma extendida. Prestaremos atención sobre todo a que los codos estén doblados (90º) y que sigan el eje del movimiento.
Ejercicios de Coordinación:

Buscan la disociación entre los hombros y las caderas. Se emplea para ello un balón que se lanza desde distintos ángulos al marchador mientras éste está marchando, así le obligamos a perfeccionar sus apoyos teniendo inmovilizados los hombros, ocupados a su vez con el balón.
Errores de Técnica

Los errores en la Técnica de la Marcha pueden ser diversos, pero por suerte la mayoria se corrigen con facilidad siguiendo unas sencillas normas.

-Error, Causas y Solución:
Paso Corto: Posición defectuosa, Despliegue insuficiente del pie, Brazos muy elevados
Trabajo de Flexibilidad, Que los brazos vayan más bajos y se desplacen con mayor amplitud
Pérdida de Contacto: Exceso de Rapidez, Técnica no bien asimilada Disminución de la Velocidad
Cuerpo Inclinado: Cansancio, falta de potencia muscular en abdomen y columna Ejercicios de Pesas
Marchar a Saltos:Extensión precoz de la pierna posterior Efectuar un buen 'desarrollo' del pie posterior, reforzamiento del tobillo, antebrazos más bajos
Marchar con Piernas Separadas: Insuficiente trabajo de brazos Practicar la Marcha sobre una línea de la pista
Doblar la Rodilla: Excesiva velocidad, piernas débiles Musculación, estiramientos, concentración
Golpe con el Talón de Apoyo: Falta de desarrollo del pie posterior, pierna extendida prematuramente, el Marchador 'choca' más que se desliza Concentrarse en un correcto despegue del pie posterior.

http://www.google.com/url?q=http://www.youtube.com/watch%3Fv%3Drw4Qmkwu0QU&sa=X&ei=8LFWTIHLNYT68AbSu8SPBA&ved=0CEIQuAIwAw&usg=AFQjCNEVd3SU7meH4R__QsKbCWEW6JnwhQ

LESONES:

•Una lesión frecuente entre los atletas es la denominada Periostitis Tibial, lesión que afecta mayoritariamente a saltadores y corredores de medio fondo y fondo.La periostitis en una inflamación aguda o crónica del Periostio, que es una membrana fibrovascular que rodea las piezas óseas, recubriendo los huesos y especialmente la tibia.La tibia es el hueso que más peso soporta del cuerpo, teniendo poca protección muscular y siendo muy vulnerable a las lesiones por sobreesfuerzo.Algunos de los síntomas de esta lesión son dolor, inflamación o quemazón mientras se está corriendo en la tibia, más conocida como la espinilla.
Los accidentes graves, sobre todo cardiovasculares, son raros en la Marcha. Más frecuentemente la patología de la Marcha Atlética radica tanto en los músculos como en los tendones y tejido blando, principalmente de pierna y pie. Debemos asimismo distinguir dos tipos de patología: La de los Marchadores de Ultradistancia, y la de los Marchadores de distancias cortas.

A continuación un resumen de las principales patologías.
Tendinitis Aquílea: Sobreviene muy pronto al cabo de unos pocos kilómetros de entrenamiento o carrera. Está favorecida por la existencia de un pie cavo, o por el uso de un calzado con escaso control del talón. Más frecuentemente se trata de una tendinitis de todo el trayecto del tendón, aunque pueden existir zonas más inflamadas a unos 2-3 cm. de la inserción en el calcáneo.

La Tendinitis Aquílea se caracteriza por la aparición de dolor y tumefacción a nivel de la terminación del tendón sobre el calcáneo. Su origen se encuentra en la repetición de microtraumatismos y sobrecarga sobre los músculos de la pantorrilla, o por el uso de un calzado demasiado rígido. En la exploración vamos a poder observar la tumefacción del tendón, y en ocasiones su crepitación al palparlo. Si realizamos la dorsiflexión del pie, el paciente nos suele referir aumento del dolor. Si sospechamos rotura, la flexión plantar estará reducida con respecto al otro pie pudiendo estar abolida en roturas totales, palpando en este caso además, una perdida de continuidad en la extensión del tendón con posible hematoma. Cuando se nos plantee como posible este diagnóstico deberemos recurrir a técnicas de imagen como la ecografía.

El tratamiento consiste en reposo, en utilizar un calzado adecuado, no excesivamente rígido y con algo de tacón para relajar el tendón durante la marcha, antiinflamatorios y fisioterapia, con aplicación de calor local, ejercicios suaves, y una plantilla con una discreta flexión plantar. Con estas medidas el proceso suele resolverse en pocas semanas. Las infiltraciones locales con corticoides se evitarán por el riesgo de rotura tendinosa, sobre todo en pacientes ancianos, utilizándose en gente joven que presenten dolor persistente que limite su actividad.

Bursitis Retroaquílea: Inflamación de la bolsa serosa retroaquílea. Provocada en parte por un conflicto con el contrafuerte del talón de la zapatilla y favorecido por deformidades del calcáneo (enf. de Haglund). Aparece una tumefacción en la inserción del tendón. No la debemos confundir con la Bursitis pre o interaquíleo-calcánea, más frecuentes en los procesos reumáticos. En casos graves requiere cirugía.

Pies Cavos y Fascitis Plantar: Resultan de difícil solución para los marchadores. Los atletas al cabo de un cierto kilometraje (50-100 Km) notan molestias tanto en la planta como en otras partes del pie. Frecuentemente evoluciona a Fascitis Plantar.

La deformidad en cavo del pie consiste en una elevación anómala de la bóveda de la planta. Los dedos pueden quedarse agarrotados o flexionados hacia dentro, lo que disminuye el tamaño del pie. Identificar un pie cavo es fácil. El pie no deja huella de la parte central de la planta, ni de los dedos. En el 80 por ciento de los casos el origen del pie cavo es familiar (hereditario).

La fascia plantar es una estructura ligamentosa que se extiende desde el calcáneo por toda la planta del pie hasta las articulaciones metatarsofalángicas. Esta fascia ayuda a mantener la bóveda plantar y amortigua los pesos que soporta el pie. La fascitis plantar es un proceso doloroso localizado en la planta del pie sobre todo a nivel posterior de la inserción sobre el calcáneo, que aparece sobre todo en personas obesas, o que permanecen mucho tiempo de pie o con alteraciones de la estática como pies planos o pronados. El dolor se desencadena con la marcha y se agrava al andar de puntillas. En la exploración localizamos puntos dolorosos a la palpación o realizando la dorsiflexión pasiva de los dedos del pie. La radiología puede ser normal o indicarnos la presencia de espolón calcáneo en un 30 por ciento de los casos.

El tratamiento consiste en antiinflamatorios, crioterapia, uso de calzado adecuado sin tacones y flexible, ejercicios de estiramiento del tendón aquíleo y masaje de la fascia. Se pueden realizar también infiltraciones con corticoides y sólo en casos excepcionales se realizará cirugía. Otras veces se manifiesta en forma de parestesias o dolores en la parte superior del pie, provocado por compresión de los nervios dorsales cutáneos, a veces por un cordón demasiado apretado. Finalmente desencadena molestias lumbares consecuencia de una hiperlordosis lumbar asociada.
Pies Planos: Generalmente no causan problemas, e incluso hay participantes de la Paris-Colmar que completan la prueba padeciendo dicha patología. Ocasionalmente, puede provocar una tendinitis del Tibial Posterior o un Síndrome del Tunel Tarsiano. El pie plano se caracteriza por una falta de arco longitudinal o de bóveda plantar (justo la alteración contraria que la del cavo). La huella que deja un pie plano es fácil de reconocer porque carece de la curva característica del pie o ésta es menos pronunciada.

Generalmente, el pie plano no supone un problema para caminar o calzarse. Es conveniente observar una serie de reglas básicas en el calzado, tales como emplear siempre un zapato ancho, cómodo y flexible, que esté bien ventilado y tenga buena adherencia al suelo.Cuando el pie plano es patológico y es causa de dolor y molestias al caminar, el especialista debe valorar qué tratamiento es el indicado. En algunos casos, se puede recurrir a calzado ortopédico, no tanto para eliminar el pie plano, como para facilitar la marcha e impedir los dolores. La cirugía no suele un tratamiento frecuente en estos casos.
Fracturas de Fatiga de los Metatarsianoss: Más frecuentes en caso de terrenos duros, como el asfalto, o irregulares. Para evitarlas es imprescindible un entreno riguroso, con descanso suficiente y el uso de zapatillas con suficiente amortiguación. Son debidas a una alteración de la estructura ósea del metatarsiano debido a una actividad física intensa y repetida. Se manifiesta por presentar un dolor en la deambulación que cede al permanecer en reposo. En la exploración hallamos al palpar la zona dolorosa un punto selectivo de máximo dolor, en ocasiones en una zona inflamada. La radiología suele ser normal en fases iniciales, apareciendo con el tiempo una imagen compatible con el de un callo de fractura. Puesto que en los radiografías puede pasar desapercibido en fases precoces, el diagnóstico por la imagen se hace con la RMN.

El tratamiento se basa en el reposo de la actividad física durante uno o dos meses.
Marchadores de Distancias Largas

Problemas con las Zapatillas:
Suele aparecer tras unas horas de Marcha. Consisten en la aprición de ampollas, quemaduras por roce y excoriaciones cutáneas. Para reducir el rriesgo es importante una buena lubricación antes y durante la prueba, y el uso de calcetines adpatados, con costuras que no causen molestias.

Tendinitis del Tibial anterior: Se trata en realidad de una Tenosinivitis, es decir una inflamación tanto del tendón como de la vaina sinovial que lo recubre. Los síntomas aparecen unas 8-10 antes de notarse los problemas funcionales, lo que es muy importante conocer, a fin de evitar su agravamiento. Se observa una tumefacción roja y dolorosa a la presión en la región paramaleolar interna, que irradia hacia la planta. Si llegado este momento, y antes de la parición del dolorintenso, se inicia un tratamiento antiinflamatorio general (ibuprofeno) y local, es posible evitar la progresión de la enfermedad. En casos graves se requieren inyecciones peritendinosas de corticoides, con escaso índice de curación.

Síndrome Tibial Anterior Raro, pero importante de conocer. La pierna se divide en cuatro compartimentos limitados por tejido fibroso donde se alojan los músculos. Los situados en el compartimento tibial anterior son los que posibilitan los movimientos del pie hacia arriba y hacia delante. El síndrome del compartimento tibial afecta a estos músculos.

Es una lesión muy frecuente. Se localiza en la parte inferior de la pierna y se caracteriza por la aparición de dolores en la zona anterior e inferior de la pierna al marchar, pero que cesan en situación de reposo. Las molestias pueden limitarse a una única pierna o bien extenderse a ambas y empeoran de forma progresiva. La pierna aparece hinchada y dolorosa a la palpación. La piel está caliente, y existe hipostesia cutánea, sobre todo en en el primer espacio interoseo.

Es muy importante realizar estiramientos musculares antes y después de la marcha. Además, hay que elegir adecuadamente el calzado deportivo, preferentemente con un buen sistema de amortiguación. También hay que evitar la utilización de vendajes demasiado apretados.

Hielo, reposo y vendajes elásticos. Se aconseja la carrera acuática durante el periodo de recuperación. En cualquier caso, es conveniente analizar la carrera del marchador con el fin de detectar posibles deficiencias tanto técnicas como de entreno. En algunos casos podría indicarse la cirugía
Síndrome del Tunel Tarsiano: Es una neuropatía por irritación del nervio tibial posterior en el túnel osteofibroso del tarso, que se sitúa por detrás y debajo del maleolo tibial. Su origen puede deberse a traumatismos sobre la zona, o como parte de la clínica de enfermedades generales. Su presencia se ve favorecida por la existencia de un pie valgo. Da lugar a dolor y parestesias en la cara plantar del pie y de los dedos que se exacerba con la marcha. La clínica se puede reproducir con la flexión dorsal del pie y con la presión en la zona retromaleolar durante algunos segundos.

El tratamiento será en principio conservador con reposo, antiinflamatorios e infiltraciones con corticoides. En ocasiones hay que recurrir a la cirugía, consistente en una liberación nerviosa a su paso por el túnel.
Periostitis Tibial: Se caracteriza por la presencia de dolor exclusivamente en la parte medial del hueso de la tibia y principalmente en los dos tercios inferiores, aparece por marchar correr en terrenos demasiado rígidos, uso de zapatillas inadecuadas o bien un problema biomecánico, ocasionando tirones repetitivos del tendón del músculo tibial posterior. Este estrés nos produce un cuadro clásico de tendinitis. El dolor aumenta en forma gradual y lo que al principio puede ser una molestia vaga, al continuar entrenando hace que el dolor se haga más constante durante la marcha y después de ella. En los casos más severos el dolor se presenta con el simple hecho de andar o subir escaleras. Requiere que cuando se noten los primeros síntomas se trate de descansar, se aplique hielo y un vendaje compresivo en la parte afectada, ya que en caso contrario provocamos que la lesión se vuelva crónica y dificultamos su tratamiento.
Dorsalgia: El dolor en la región dorsal están relacionados con cambios posturales (incluyendo escoliosis y cifosis), afecciones de los órganos internos, función estática y/o dinámica espinal alterada (relacionada con disfunción de los tejidos blandos: ligamentos, músculos y discos vertebrales) y disfunción de las articulaciones costovertebrales. De manera que los síntomas pueden ser muy variados dependiendo del origen, desde un dolor constante y difuso en la región dorsal hasta un dolor agudo localizado a un lado de la vértebras dorsales que puede irradiarse a lo largo de la costilla, incluso pudiendo dificultar la respiración o movimiento del tronco o cuello. Puede influir también una desigualdad de longitud de las piernas.

En muchas ocasiones, la dorsalgia se mantiene de forma constante y prolongada en el tiempo y se extiende hacia los hombros y zona baja del cuello, ocasionando molestias contínuas. En estos casos, lo habitual es que se deba a una contractura muscular.

La contractura aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar, ya sea intenso y puntual, o mantenido y menos intenso, como en la marcha. Por otra parte, algunas anomalías de la columna vertebral o desequilibrios de la musculatura favorecen que unos grupos musculares estén trabajando constantemente más de lo necesario, lo que les predispone a contracturarse. Lo mismo ocurre cuando falta potencia a la musculatura y se le exige que realice esfuerzos que exceden su capacidad. En ese tipo de situaciones es fundamental hacer el ejercicio adecuado para cada caso específico, con el fin de contrarrestar esa tendencia y evitar la repetición de las crisis.
ALIMENTACIÓN EN LA MARCHA ATLETICA:
1. LA ALIMENTACIÓN PREVIA AL EJERCICIO: El deportista tiene que ser consciente de que una dieta con menos hidratos de carbono de lo aconsejable puede ser el origen de una fatiga temprana. Cuando se trata de un ejercicio de resistencia aeróbica, esta fatiga aparece, generalmente, como consecuencia de una hipoglucemia y /o de un agotamiento del glucógeno muscular. La comida previa a la competición deportiva no debe tener el propósito de suministrar energía sino el de mantener el metabolismo en un estado continuo de función, sin caer en el problema del ayuno, que también traería problemas para el deportista. La comida, por tanto, previa a una competición debe ser “ligera”, con la función de mantenimiento. Un deportista no obtiene malos resultados por comer poco las horas previas a una competición. Son numerosas las fórmulas de alimentación ligadas a la personalidad del deportista, que pueden ser válidas como alimento antes de competir. Dietas de entrenamiento: La dieta de entrenamiento no requiere ningún cuidado alimenticio en concreto. Debe ser variada y equilibrada y suficiente para hacer frente a las necesidades energéticas de cada uno. La dieta debe tener en cuenta los hábitos alimenticios de cada uno y las condiciones climáticas en las cuales se realiza el ejercicio. No se debe modificar nunca de manera brusca una dieta alimenticia preexistente, sino que se debe adaptar progresivamente según las propias necesidades. La alimentación de entrenamiento debe repartirse entre tres o cuatro comidas
2. ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN DURANTE EL EJERCICIO. Las dos razones fundamentales para alimentarse e hidratarse cuando se realiza ejercicio físico que se prolonga por encima de los 70-90 minutos son: evitar la “pájara” (disminución de la concentración de glucosa en sangre, que obliga al deportista a disminuir la intensidad del ejercicio o a pararse) y la deshidratación.  Entrenamiento: Durante el entrenamiento de fondo y marcha, el atleta debe acostumbrarse a tomar algún tipo de alimentación e hidratación, ya que la duración del mismo suele tener una duración mínima de 90 minutos, incluidas las pausas. Durante los descansos, se deben beber uno o dos vasos de agua con 20g de glucosa, fructosa o miel. Si el atleta a sudado mucho, se puede añadir 1g de NaCl y una cucharadita de gluconato de potasio. Las bebidas no deberán estar nunca heladas. Si el entrenamiento es muy largo y tenemos tiempo de descanso, es posible la ingestión de alimentos. Éstos deben ser ricos en glúcidos y de fácil digestión (frutos secos, galletas,...) pero siempre acompañando con un aporte hídrico.

3. ALIMENTACIÓN E HIDRATACIÓN DESPUÉS DEL EJERCICIO: Todo atleta tras el esfuerzo físico, competición, presenta fatiga muscular y nerviosa. La dieta de recuperación tiene como objetivo: • Restaurar las pérdidas de agua y sales minerales. • Eliminar rápidamente las toxinas, en especial el ácido láctico de lo músculos, producidas durante el esfuerzo, que se acumulan en el organismo. • Reconstituir las reservas energéticas, especialmente el glucógeno, que se han agotado. • Reparar el desgaste de los tejidos. • La dieta de recuperación debe ser: hiperhídrica, hiperglúcida, e hipoproteica. El descanso corporal y metabólico son esenciales para una buena recuperación, junto con la reposición de líquidos y sales minerales. Se deben evitar las bebidas alcohólicas porque sobrecarga la función hepática. Se evitará la saturación digestiva procurando no comer en exceso. Inmediatamente después de competir se debe tomar medio litro de agua con sales minerales y algo de carbohidratos de rápida asimilación (glucosa). Tomar aproximadamente 250ml cada media hora. Por ejemplo tras realizar 50Km. marcha una dieta aconsejable tendría como objetivo llegar a tomar 500g de carbohidratos en las siguientes 20 horas, la mayor parte de rápida asimilación. Ejemplo: La competición se realiza a primera hora de la mañana. 12 horas Final de la competición.

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